Viva al máximo

Enfoque sus sueños con los de Él


Si usted pregunta qué significa vivir la vida al máximo, la
mayoría de las respuestas, sin duda, estarán relacionadas con
el dinero —ganarse la lotería, comprar una casa grande, o viajar a lugares exóticos. Quienes tengan gustos más sencillos dirán que consiste en tener buena salud y lo suficiente para vivir.

Pero todos estos deseos están muy distantes del tesoro
de bendiciones que nuestro Padre celestial tiene reservados para nosotros.
Cuando leemos las epístolas de Pablo, descubrimos de inmediato que, para él, el vivir al máximo no tenía nada que ver con sus posesiones materiales, ni con sus logros, ni con el lugar en que vivía. Se trataba, más bien, de una relación personal con Jesucristo.
De hecho, a veces parecía que cuanto menos
tuviera, o más fuerte fuera la adversidad,
más contento se sentía Pablo. Ésa es la razón
por la que podía proclamar: “Y me ha dicho
[Dios]: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad” (2 Co 12.9).
Las riquezas, los anhelos, e incluso los
buenos amigos, llegan y se van. Lo único que permanece constante y eterno es
el amor de Dios por nosotros. Pablo valoraba al Salvador por encima de todo y
disfrutaba de la relación que compartían. ¿Sucede lo mismo con usted? ¿O son
algún hecho, objeto, o anhelo, las cosas que le producen alegría?

Las personas quieren saber cómo lograr una mayor satisfacción. La respuesta
se encuentra en una relación con Jesucristo. El verdadero contentamiento
no consiste en abandonar sueños y esperanzas; implica un reenfoque, de modo
que todo lo que hagamos y deseemos empiece y termine con Jesús.

Los sueños y las metas tienen más significado cuando le pedimos a Dios
que los diseñe de acuerdo con su voluntad y propósito para nuestra vida. Dios
quiere que anhelemos su compañerismo, más que las cosas temporales de este
mundo. Si se consagra a buscar su voluntad, y confía en que Él le concederá
los deseos de su corazón, usted conocerá el magnífico propósito para el cual el
Señor le creó.
palabras de Charles F. Stanley
“Lo único que
permanece constante
y eterno es el amor de
Dios por nosotros. “

Dr. Charles F. Stanley (pastor de la Primera Iglesia Bautista de Atlanta y fundador de Ministerios En Contacto)

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